Localidad de Tarija (Tarija)

bolivia

Presentación

Tarija es una versión menos oficial del nombre oficial de la ciudad de San Bernardo de la Frontera de Tarixa. “Frontera” es la palabra clave del nombre porque Tarija, que es la capital y la ciudad más grande del Departamento de Tarija Bolivia, se localiza efectivamente en el sur del país y muy cerca de la frontera argentina. Esa ubicación explica uno de los momentos más orgullosos en la historia de Tarija, cuando a sus habitantes se les pidió votar en un plebiscito acerca de a qué país querían pertenecer. Escogieron Bolivia, que apenas se había vuelto un Estado independiente; desde entonces no ha habido más leales y patriotas bolivianos que los chapacos, como le gusta llamarse a la población local. Tarija también se conoce como la “Andalucía boliviana”; para empezar, por su río local, el Guadalquivir, un homónimo del principal río de la comunidad autónoma española en cuestión.

La localidad de Tarija pertenece (de mayor a menor) al departamento Tarija, a la provincia Cercado y al municipio Tarija.

La localidad de Tarija tiene 135.783 habitantes (censo 2012). La altitud máxima es de 1.874 m, la altitud media es de 1.854 m.
El actual alcade de Tarija es Oscar Montes Barzón.
El gentilicio para los habitantes de Tarija es Tarijeño. El nombre francés de la localidad es Tarija, el nombre español es Tarija.
La localidad de Tarija fue fundada en 1574. La página web de Tarija es http://www.tarija.gob.bo

Visitas destacadas

Relajados y satisfechos

La identidad de los nombres de los ríos (que no es una mera coincidencia, ya que el río boliviano se nombró deliberadamente en honor del español) es simbólica, pero no significativa. Lo que importa es la identidad (o al menos, una fuerte similitud) de los estilos de vida. Algo que de manera más bien graciosa, se ha definido como un “displicente enfoque a la puntualidad”. Por supuesto, la razón de esa peculiaridad particular no es la falta de respeto de los chapacos por el prójimo, sino su largo compromiso con la felicidad y la relajación. Con frecuencia, simplemente están demasiado satisfechos con su vida para preocuparse de la hora. Tienen buenas razones para estar satisfechos: al contrario de la muy menudo fría La Paz o la cálida y húmeda Santa Cruz, Tarija goza de un clima típicamente mediterráneo, con temperaturas que van de los 12 a los 27 grados, que no demasiado cálido ni demasiado frío, sino muy placentero y propio para el descanso. Eso es quizá lo que explica la siesta diaria de tres horas, cuando cierran las tiendas las calles se vacían y todos gozan de buena comida y una saludable siesta. Esto hace que la plaza principal rodeada de restaurantes de alta calidad y otros sitios de esparcimiento una atracción por derecho propio.

El arte del ocio

Quizá es poco usual considerar una zona de entretenimiento como una atracción turística, pero tiene, de hecho, mucho sentido. Una atracción es, por definición, algo que atrae a alguien; y gente distinta se interesa en diferentes áreas de vida. Hay amantes de los deportes y el arte, aficionados a la historia, adictos a la adrenalina; por eso, iglesias y museos, palacios de deportes y pistas de carreras, al igual que parques de diversiones, son tan populares. Hay también quienes disfrutan mirar a los demás; y el estilo de vida de un país o de una comunidad es de gran interés para esta categoría de viajeros. Por esa razón, la lista de atracciones de Tarija debe incluir zonas como la ya mencionada plaza principal, donde la gente local viene a descansar o simplemente a caminar, o la Plazuela Sucre, importante centro de la vida nocturna de Tarija y un punto de encuentro informal de la gente joven de toda la zona, que vienen a entretenerse en clubes de baile como Vértigo y Bunker, o bien, probar el renombrado vino local. El último debe su reputación a una favorable combinación de la tierra fértil de Tarija y un clima apto para las uvas. Como resultado, el vino se ha vuelto una parte intrínseca de la cultura local (no sólo la economía local); tanto que la ciudad realiza un Festival del Vino cada año.

Paredes de privacidad

El clima placentero y el vino de calidad impulsan, y quizá sean en parte respnsables, de la propensión natural de la gente de este pueblo a ser sociable: amigables, relajados y despreocupados. Al ser así, los chapacos redefinen, como se mencionó, el concepto de atractivo turístico con nuevos elementos. Y hacen todavía más; esto es, dan a los atractivos tradicionales un toque personal. En especial, se aseguran de que las casa privadas se consideren tan interesantes como las construcciones públicas tales como las iglesias y los museos. Un buen ejemplo de esta tendencia es la Casa Dorada, que data de 1930, cuando perteneció al comerciante y terrateniente acaudalado Mijses Navajas (también conocido como el “Teddy Roosevelt boliviano”) y a su esposa Esperanza Morales. El edificio llama la atención de inmediato por su techo, que exhibe una fila de ángeles. Parte del exterior está cubierta de pintura dorada y plateada. La verdadera exhibición se encuentra en la planta alta y consiste de los auténticos muebles de la familia, incluido un instrumento parecido a un piano, funola.Incluso el museo se apega a la tradición de la siesta, pues abre sus puertas al público en turnos de cuatro horas al día (9:00-11:00 y 15:00 – 17:00) de lunes a viernes. La entrada cuesta el equivalente a 5$ en moneda boliviana y cada hora hay visitas guiadas.

Edificios multinacionales

El estilo de vida de Tarija es muy especial, y si hay algo que la ciudad realmente comparta con el resto del país, es su fervor religioso; aunque esto los chapacos también lo hacen a su manera. Hay muchas iglesias en Tarija, pero al menos las más destacadas de ellas son más que sólo iglesias: son multifuncionales. La catedral de Tarija parece en un principio ser lo que uno esperaría de una catedral; es decir, el principal sitio de devoción y el lugar de entierro de los ciudadanos más prominentes. Sin embargo, resulta ser también la combinación de un museo y un libro gráfico de Historia: rebosa de arte renacentista y sus vitrales se combinan con otras formas de arte, tales como estatuas, púlpitos y reliquias, y con ellas te cuenta la historia de la ciudad. Si bien esto no es poco común en Bolivia, en donde muchas iglesias incluyen “museos de arte religioso” especiales, la parte de libro gráfico parecer ser única. Esto no sería especial si tan importante edificio fuese el referente de la ciudad, pero no es así. Esa distinción la tiene la belleza blanca dedicada al santo patrón de Tarija: la iglesia de San Rogue, que cuelga en lo alto de la colina donde Trigo. Hablando de multifuncionalidad, también se le usó como un puesto de vigilancia.

Un museo per se

Por increíble que suene, parece que hay un sólo museo en Tarija que no es una casa privada ni una iglesia ni una biblioteca, sino un museo en forma. Mucho menos sorprendente es que este museo se dedica a la arqueología y la paleontología: Al igual que por sus viñedos, Tarija es famosa por sus sitios prehistóricos. De alguna manera, el museo es una imagen en miniatura de la misma Tarija: es amigable (la entrada es gratis), pequeña (no toma más de media hora ver todas las exposiciones) y de veras impresionante. No hay una exhibición que abrume al espectador por su enorme tamaño. Uno puede pensar que especies ya extintas por mucho tiempo como el dinosaurio estarían en exhibición, pero de hecho todas las especies del museo han sobrevivido por milenios para ser nuestros contemporáneos. Un enorme perezoso, un armadillo gigante, huesos gigantes de un elefante; la información que describe las piezas exhibidas suena algo repetitiva, pero difícilmente se encontrará un nombre más preciso para alguna de ellas. La Universidad de Tarija está a cargo del museo, que se ubica justo a una cuadra de la plaza principal y abre todos los días, excepto el domingo, de 8:00 a 12:00 y de 15:00 a 18:00.

Paraíso arqueológico

Los interesados en algo más que un conocimiento superficial de las piezas exhibidas puede tratar de investigar sus orígenes. En la mayor parte de los casos tendría éxito porque la zona está plagada de fósiles; tanto que una ruta en particular a lo largo del río Guadalquivir recibe el nombre apropiado de “El paseo de los fósiles”. La idea de esta aventura es que se llevan a cabo excavaciones arqueológicas alrededor de Tarija y, que una vez que se termina el trabajo, el suelo queda al descubierto en muchos lugares. Eso significa que todos pueden ser “arquéologos por una hora” y experimentar las emociones de la profesión.

Convirtiendo la belleza en vino

El vino y los fósiles van de la mano en Tarija; el uno es tan típico y famoso en la región como el otro. Obviamente, si hay una ruta de fósiles, debe haber una ruta de vino también; y la hay. Ésta lo lleva a numerosas bodegas industriales y artesanales; y para aquellos a los que les gusta el vino, tomar la ruta será un día bien empleado. El programa va en la línea de la filosofía local de “aprovecha el día”: prueba distintos vinos, aprende acerca de su producción y disfruta al mismo tiempo de la naturaleza. Algunos tal vez prefieran hacerlo en bicicleta.

Una mirada sobria

El vino es una opción pero no una obligación; incluso si descarta al vino de su menú, la naturaleza permanece. Una de las maneras de gozar de la naturaleza y su belleza es subir a un mirador en la loma de San Juan. Los que decidan ir, deben recorrer la calle Bolívar, dar vuelta a la derecha y subir la cuesta en dirección contraria a la ciudad y su recompense será una vista espectacular de Tarija. Un paseo en el parque circundante y vistazo a la pulcra iglesia serán un extra. Este lugar romántico es también muy popular con los jóvenes.

Una tentación en catarata

Hay también un parque grande en los alrededores; a sólo cinco kilómetros de Tarija, en una villa de Tomatitas. El parque se asoma por el río Guadalquivir. Un esfuerzo extra de una subida de otros 30 minutos por el río será premiado con la vista de una magnífica cascada doble que cae cerca de 60 metros. Los que tengan la suficiente condición pueden explorar el valle y llegar hasta el campo de golf local. A pesar de estar quizá rendidos después de un día como éste, entenderán por qué Tarija se ha ganado el halagador sobrenombre de Capital de las sonrisas.

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Cifras

Código del país :
BO
Latitud :
-21.51667
Longitud :
-64.75000
Huso horario :
America/La_Paz
Universal Time :
UTC-4
Horario de verano :
N

Ciudades próximas

  • San Lorenzo ~4 km
  • Tomatas ~4 km
  • Tolomosa ~8 km
  • El Rancho ~8 km
  • Calama ~12 km
  • Erquis ~12 km
  • Santa Ana ~15 km
  • Lazareto ~16 km
  • San Agustín ~16 km
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¿Cómo llegar?

Tarija se conecta muy bien con el resto del país y con destinos en el extranjero. Su principal aeropuerto está a sólo tres kilómetros del pueblo y lo usan numerosas empresas que vuelan sobre la región. La mayor parte de los vuelos son baratos. Por ejemplo, para ir a la capital, La Paz, con TAM cuesta únicamente 75$. La misma empresa vuela también a (por 55$) y Sucre (por 40$). El único problema con esta empresa en particular es que opera sus vuelos una vez a la semana (sábado o domingo). La solución para los que necesitan viajar un día distinto es usar AeroSur, que cuesta 10-15$ más, pero vuela a todos los destinos mencionados tres veces a la semana. Otra empresa, LAB, puede ser de utilidad también, ya que ofrece dos vuelos semanales a La Paz; y es incluso una mejor elección para los que viajan Cochabamba, pues pueden viajar el día que elijan.Ir en autobús es incluso más barato, pero obviamente toma más tiempo. La estación está tan cerca como el aeropuerto; cerca de 20 minutos a pie desde el centro de la ciudad, pero le tomaría 24 horas (y apenas 15$) llegar a La Paz. Viajar de Santa Cruz cuesta alrededor de lo mismo: 11$, pero también se lleva 24 horas.

El transporte en Tarija

Otro medio de transporte
Capitan Oriel Lea Plaza ~7 km

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Presentación

Tarija es una versión menos oficial del nombre oficial de la ciudad de San Bernardo de la Frontera de Tarixa. “Frontera” es la palabra clave del nombre porque Tarija, que es la capital y la ciudad más grande del Departamento de Tarija Bolivia, se localiza efectivamente en el sur del país y muy cerca de la frontera argentina. Esa ubicación explica uno de los momentos más orgullosos en la historia de Tarija, cuando a sus habitantes se les pidió votar en un plebiscito acerca de a qué país querían pertenecer. Escogieron Bolivia, que apenas se había vuelto un Estado independiente; desde entonces no ha habido más leales y patriotas bolivianos que los chapacos, como le gusta llamarse a la población local. Tarija también se conoce como la “Andalucía boliviana”; para empezar, por su río local, el Guadalquivir, un homónimo del principal río de la comunidad autónoma española en cuestión.

La localidad de Tarija pertenece (de mayor a menor) al departamento Tarija, a la provincia Cercado y al municipio Tarija.

La localidad de Tarija tiene 135.783 habitantes (censo 2012). La altitud máxima es de 1.874 m, la altitud media es de 1.854 m.
El actual alcade de Tarija es Oscar Montes Barzón.
El gentilicio para los habitantes de Tarija es Tarijeño. El nombre francés de la localidad es Tarija, el nombre español es Tarija.
La localidad de Tarija fue fundada en 1574. La página web de Tarija es http://www.tarija.gob.bo

Visitas destacadas

Relajados y satisfechos

La identidad de los nombres de los ríos (que no es una mera coincidencia, ya que el río boliviano se nombró deliberadamente en honor del español) es simbólica, pero no significativa. Lo que importa es la identidad (o al menos, una fuerte similitud) de los estilos de vida. Algo que de manera más bien graciosa, se ha definido como un “displicente enfoque a la puntualidad”. Por supuesto, la razón de esa peculiaridad particular no es la falta de respeto de los chapacos por el prójimo, sino su largo compromiso con la felicidad y la relajación. Con frecuencia, simplemente están demasiado satisfechos con su vida para preocuparse de la hora. Tienen buenas razones para estar satisfechos: al contrario de la muy menudo fría La Paz o la cálida y húmeda Santa Cruz, Tarija goza de un clima típicamente mediterráneo, con temperaturas que van de los 12 a los 27 grados, que no demasiado cálido ni demasiado frío, sino muy placentero y propio para el descanso. Eso es quizá lo que explica la siesta diaria de tres horas, cuando cierran las tiendas las calles se vacían y todos gozan de buena comida y una saludable siesta. Esto hace que la plaza principal rodeada de restaurantes de alta calidad y otros sitios de esparcimiento una atracción por derecho propio.

El arte del ocio

Quizá es poco usual considerar una zona de entretenimiento como una atracción turística, pero tiene, de hecho, mucho sentido. Una atracción es, por definición, algo que atrae a alguien; y gente distinta se interesa en diferentes áreas de vida. Hay amantes de los deportes y el arte, aficionados a la historia, adictos a la adrenalina; por eso, iglesias y museos, palacios de deportes y pistas de carreras, al igual que parques de diversiones, son tan populares. Hay también quienes disfrutan mirar a los demás; y el estilo de vida de un país o de una comunidad es de gran interés para esta categoría de viajeros. Por esa razón, la lista de atracciones de Tarija debe incluir zonas como la ya mencionada plaza principal, donde la gente local viene a descansar o simplemente a caminar, o la Plazuela Sucre, importante centro de la vida nocturna de Tarija y un punto de encuentro informal de la gente joven de toda la zona, que vienen a entretenerse en clubes de baile como Vértigo y Bunker, o bien, probar el renombrado vino local. El último debe su reputación a una favorable combinación de la tierra fértil de Tarija y un clima apto para las uvas. Como resultado, el vino se ha vuelto una parte intrínseca de la cultura local (no sólo la economía local); tanto que la ciudad realiza un Festival del Vino cada año.

Paredes de privacidad

El clima placentero y el vino de calidad impulsan, y quizá sean en parte respnsables, de la propensión natural de la gente de este pueblo a ser sociable: amigables, relajados y despreocupados. Al ser así, los chapacos redefinen, como se mencionó, el concepto de atractivo turístico con nuevos elementos. Y hacen todavía más; esto es, dan a los atractivos tradicionales un toque personal. En especial, se aseguran de que las casa privadas se consideren tan interesantes como las construcciones públicas tales como las iglesias y los museos. Un buen ejemplo de esta tendencia es la Casa Dorada, que data de 1930, cuando perteneció al comerciante y terrateniente acaudalado Mijses Navajas (también conocido como el “Teddy Roosevelt boliviano”) y a su esposa Esperanza Morales. El edificio llama la atención de inmediato por su techo, que exhibe una fila de ángeles. Parte del exterior está cubierta de pintura dorada y plateada. La verdadera exhibición se encuentra en la planta alta y consiste de los auténticos muebles de la familia, incluido un instrumento parecido a un piano, funola.Incluso el museo se apega a la tradición de la siesta, pues abre sus puertas al público en turnos de cuatro horas al día (9:00-11:00 y 15:00 – 17:00) de lunes a viernes. La entrada cuesta el equivalente a 5$ en moneda boliviana y cada hora hay visitas guiadas.

Edificios multinacionales

El estilo de vida de Tarija es muy especial, y si hay algo que la ciudad realmente comparta con el resto del país, es su fervor religioso; aunque esto los chapacos también lo hacen a su manera. Hay muchas iglesias en Tarija, pero al menos las más destacadas de ellas son más que sólo iglesias: son multifuncionales. La catedral de Tarija parece en un principio ser lo que uno esperaría de una catedral; es decir, el principal sitio de devoción y el lugar de entierro de los ciudadanos más prominentes. Sin embargo, resulta ser también la combinación de un museo y un libro gráfico de Historia: rebosa de arte renacentista y sus vitrales se combinan con otras formas de arte, tales como estatuas, púlpitos y reliquias, y con ellas te cuenta la historia de la ciudad. Si bien esto no es poco común en Bolivia, en donde muchas iglesias incluyen “museos de arte religioso” especiales, la parte de libro gráfico parecer ser única. Esto no sería especial si tan importante edificio fuese el referente de la ciudad, pero no es así. Esa distinción la tiene la belleza blanca dedicada al santo patrón de Tarija: la iglesia de San Rogue, que cuelga en lo alto de la colina donde Trigo. Hablando de multifuncionalidad, también se le usó como un puesto de vigilancia.

Un museo per se

Por increíble que suene, parece que hay un sólo museo en Tarija que no es una casa privada ni una iglesia ni una biblioteca, sino un museo en forma. Mucho menos sorprendente es que este museo se dedica a la arqueología y la paleontología: Al igual que por sus viñedos, Tarija es famosa por sus sitios prehistóricos. De alguna manera, el museo es una imagen en miniatura de la misma Tarija: es amigable (la entrada es gratis), pequeña (no toma más de media hora ver todas las exposiciones) y de veras impresionante. No hay una exhibición que abrume al espectador por su enorme tamaño. Uno puede pensar que especies ya extintas por mucho tiempo como el dinosaurio estarían en exhibición, pero de hecho todas las especies del museo han sobrevivido por milenios para ser nuestros contemporáneos. Un enorme perezoso, un armadillo gigante, huesos gigantes de un elefante; la información que describe las piezas exhibidas suena algo repetitiva, pero difícilmente se encontrará un nombre más preciso para alguna de ellas. La Universidad de Tarija está a cargo del museo, que se ubica justo a una cuadra de la plaza principal y abre todos los días, excepto el domingo, de 8:00 a 12:00 y de 15:00 a 18:00.

Paraíso arqueológico

Los interesados en algo más que un conocimiento superficial de las piezas exhibidas puede tratar de investigar sus orígenes. En la mayor parte de los casos tendría éxito porque la zona está plagada de fósiles; tanto que una ruta en particular a lo largo del río Guadalquivir recibe el nombre apropiado de “El paseo de los fósiles”. La idea de esta aventura es que se llevan a cabo excavaciones arqueológicas alrededor de Tarija y, que una vez que se termina el trabajo, el suelo queda al descubierto en muchos lugares. Eso significa que todos pueden ser “arquéologos por una hora” y experimentar las emociones de la profesión.

Convirtiendo la belleza en vino

El vino y los fósiles van de la mano en Tarija; el uno es tan típico y famoso en la región como el otro. Obviamente, si hay una ruta de fósiles, debe haber una ruta de vino también; y la hay. Ésta lo lleva a numerosas bodegas industriales y artesanales; y para aquellos a los que les gusta el vino, tomar la ruta será un día bien empleado. El programa va en la línea de la filosofía local de “aprovecha el día”: prueba distintos vinos, aprende acerca de su producción y disfruta al mismo tiempo de la naturaleza. Algunos tal vez prefieran hacerlo en bicicleta.

Una mirada sobria

El vino es una opción pero no una obligación; incluso si descarta al vino de su menú, la naturaleza permanece. Una de las maneras de gozar de la naturaleza y su belleza es subir a un mirador en la loma de San Juan. Los que decidan ir, deben recorrer la calle Bolívar, dar vuelta a la derecha y subir la cuesta en dirección contraria a la ciudad y su recompense será una vista espectacular de Tarija. Un paseo en el parque circundante y vistazo a la pulcra iglesia serán un extra. Este lugar romántico es también muy popular con los jóvenes.

Una tentación en catarata

Hay también un parque grande en los alrededores; a sólo cinco kilómetros de Tarija, en una villa de Tomatitas. El parque se asoma por el río Guadalquivir. Un esfuerzo extra de una subida de otros 30 minutos por el río será premiado con la vista de una magnífica cascada doble que cae cerca de 60 metros. Los que tengan la suficiente condición pueden explorar el valle y llegar hasta el campo de golf local. A pesar de estar quizá rendidos después de un día como éste, entenderán por qué Tarija se ha ganado el halagador sobrenombre de Capital de las sonrisas.

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Código del país :
BO
Latitud :
-21.51667
Longitud :
-64.75000
Huso horario :
America/La_Paz
Universal Time :
UTC-4
Horario de verano :
N

Ciudades próximas

  • San Lorenzo ~4 km
  • Tomatas ~4 km
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  • Santa Ana ~15 km
  • Lazareto ~16 km
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Tarija se conecta muy bien con el resto del país y con destinos en el extranjero. Su principal aeropuerto está a sólo tres kilómetros del pueblo y lo usan numerosas empresas que vuelan sobre la región. La mayor parte de los vuelos son baratos. Por ejemplo, para ir a la capital, La Paz, con TAM cuesta únicamente 75$. La misma empresa vuela también a (por 55$) y Sucre (por 40$). El único problema con esta empresa en particular es que opera sus vuelos una vez a la semana (sábado o domingo). La solución para los que necesitan viajar un día distinto es usar AeroSur, que cuesta 10-15$ más, pero vuela a todos los destinos mencionados tres veces a la semana. Otra empresa, LAB, puede ser de utilidad también, ya que ofrece dos vuelos semanales a La Paz; y es incluso una mejor elección para los que viajan Cochabamba, pues pueden viajar el día que elijan.Ir en autobús es incluso más barato, pero obviamente toma más tiempo. La estación está tan cerca como el aeropuerto; cerca de 20 minutos a pie desde el centro de la ciudad, pero le tomaría 24 horas (y apenas 15$) llegar a La Paz. Viajar de Santa Cruz cuesta alrededor de lo mismo: 11$, pero también se lleva 24 horas.

El transporte en Tarija

Otro medio de transporte
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