Visitas destacadas
Templo Baoguo, el más famoso de la región
Si hay algo que abunda en los alrededores de Ningbo, una ciudad ligada históricamente al budismo, son, sin duda, los templos. Y uno de los más importantes es el templo Baoguo, originalmente conocido como templo Lingshan. Data del año 1013, de tiempos de la dinastía Song, aunque incluye elementos de otros periodos, como un salón de la dinastía Ming, y la torre de la dinastía Oing. Las columnas de piedra de la entrada principal datan de la dinastía Tang. Por todo ello, podría decirse que el templo Baoguo es una mezcla de elementos de diferentes periodos. En cualquier caso, los habitantes de Ningbo tienen a gala decir que es la estructura arquitectónica de madera más antigua de toda China. Se localiza a las afueras de la ciudad, asentado en la falda de la montaña Lingshan. El edificio principal del templo lo constituye el Gran Salón, uno de los mejor conservados, teniendo en cuenta que es de madera. Una curiosidad: está construido sin utilizar un solo clavo, con vigas y pilares que se ensamblan de forma perfecta. Otras zonas interesantes del templo son los salones Mahavira, Kwanyin y Devajara. El templo dispone de nada menos que 17 salas de exposiciones que conforman un verdadero museo.
Horario: de 9:00 a 16:30 h.
Precio: entrada general, 2,45 €.
La bella pagoda Tianfeng
Es uno de los edificios más bellos del centro urbano de Ningbo. Una torre hexagonal de 51 metros de altura que data de la dinastía Tang, concretamente del año 695. Hoy esta pagoda es un punto de referencia para los turistas que visitan la ciudad, y uno de los rincones emblemáticos de Ningbo. Consta de siete pisos, más otros tantos subterráneos, y hace gala de un gran valor artístico que la convierte en uno de los monumentos estrella de Ningbo. Desde el momento en que fue construida hasta la época actual, la pagoda Tianfeng ha sido restaurada en varias ocasiones, la última en 1989. Aunque su arquitectura data de la dinastía Tang, incluye detalles de la dinastía Song (960-1279) como cornisas y tallas de gran belleza que la dotan de una gran suntuosidad. La pagoda guarda en su interior más de un centenar de objetos de gran valor artístico e histórico que fueron encontrados en ella, desde un buda de cobre hasta monedas antiguas.
Precio: entrada general, 0,60 €.
Museos de Ningbo, arquitectura contemporánea de excepción
El panorama cultural de la ciudad ofrece al turista diversos museos que merece la pena conocer. El más relevante es, quizá, el Museo Histórico de Ningbo (1000 Shounan Zhong Lu, Yinzhou), cuya peculiar arquitectura contemporánea sorprende desde el primer momento. El responsable del proyecto fue el arquitecto Wang Shu, y con él quiso evocar las montañas que rodean el edificio. Una suerte de construcción colosal cuya geometría no resulta simétrica ni homogénea, sino que despierta interés por su forma excepcional y los grandes huecos de su estructura. Solamente acercarse a contemplar el propio edificio ya merece la pena. Además, la entrada es gratuita. Otro museo del que no se puede prescindir es el Museo de Arte de Ningbo (122 Renmin Road, Jiangbei). El edificio tiene en común con el Museo Histórico el hecho de estar diseñado por el arquitecto Wang Shu, en este caso junto con Lu Wenyu. Una arquitectura excepcional que justifica la visita.
Más información en el tel.: 0574 8764 3222.
El pabellón Tianyi, una biblioteca ancestral
Bajo este nombre se esconde la biblioteca privada más antigua de toda China. Un edificio que fue construido en el siglo XVI, concretamente en el año 1561, en el periodo de la dinastía Ming. La relevancia de este lugar no solamente reside en la maravillosa colección de libros de todo el mundo que alberga la biblioteca (más de 300.000 ejemplares, algunos de una rareza impresionante), sino también por la arquitectura del edificio, así como por el increíble entorno natural que lo rodea. Un cúmulo de circunstancias que hacen imprescindible la visita al pabellón Tianyi (Tianyi, 5. Haishu). Con una arquitectura tradicional china, el edificio resulta sorprendente y muy agradable de visitar, y está rodeado por un precioso jardín japonés que en primavera renace repleto de flores. Frente al pabellón hay un pequeño estanque que se creó en previsión de poder apagar un posible y desafortunado incendio. No hay que decir que, con el legado que encierra el pabellón, este riesgo es de los más temidos. El conjunto es un lugar muy especial al que merece la pena acercarse.
Tel.: +86 574 8729 3526
Precio: entrada adultos, 3,63 €. Niños, 1,82 €.
El colosal puente de Hangzhou Bay
Es uno de los lugares emblemáticos de la Ningbo actual, un puente transoceánico, el tercero más largo de todo el mundo, que tiene en total 36 kilómetros. Su construcción se llevó a cabo entre los años 2003 y 2007, aunque no se inauguró hasta el año 2008. Es un espectacular puente de seis carriles por el que se puede circular a una velocidad de 100 km/h. Para cruzarlo hay que pagar un peaje de 16,35 €. El diseño del puente, con una apariencia dinámica y ligera, tuvo muy en cuenta el paisaje en el que se enclava. El objetivo del puente era facilitar los trayectos por carretera entre dos ciudades tan importantes como Ningbo y Shanghai. Y desde luego que se consiguió. La distancia entre ambas urbes se acortó de forma asombrosa: de los 400 kilómetros que había que recorrer antes del puente, se quedaron en tan sólo 80 km. después de su construcción. En el puente hay una plataforma de 12.000 metros cuadrados que se sitúa a unos 18 km. de la orilla sur y que recibió el nombre de “Tierra entre el mar y el cielo”. Además de ser la base de operaciones para los trabajadores del puente, es también una zona turística, con una estructura de acero de 24 metros con seis plantas que incluyen aparcamientos, cafeterías y restaurantes, un teatro, un museo… incluso un hotel de lujo. Hay un mirador situado a 146 metros del suelo desde donde se divisan unas vistas impresionantes de la bahía.
La cuna de la cultura Hemudu
Son muchas las excursiones que pueden hacerse tomando Ningbo como punto de partida. Una de ellas es la que nos conduce hasta la ciudad de Hemudu, en el distrito de Yuyao, a unos 90 minutos en coche. Es la cuna de la cultura Hemudu, una antigua civilización neolítica que data de entre los años 5.000 a 3.500 a.C. En la zona se encontraron utensilios y vasijas de cerámica, así como herramientas de piedra y de hueso. Merece la pena visitar el pequeño museo en el que se guardan todos estos tesoros arqueológicos.
Entrada general, 3 €.
El Parque Forestal Nacional de Tiantong
Una maravilla de la naturaleza. Un parque de 334 hectáreas de terreno que se localiza en las montañas de Taibai, a 25 km. del centro de Ningbo. La belleza del paisaje resulta indescriptible, con una flora autóctona de más de 1.000 especies diferentes que incluye plantas medicinales de gran rareza. De hecho, crecen en el Parque Nacional de Tiantong alrededor de 119 hierbas medicinales chinas, lo que convierte al parque en una verdadera farmacia natural.
El puerto pesquero de Shipu Harbor
La ciudad de Shipu se localiza en el distrito de Xiangshan, a unos 100 kilómetros de Ningbo, y posee uno de los puertos pesqueros más importantes del país. De hecho, aquí se celebra el Festival de Pesca de China, uno de los eventos más destacados de Shipu. Merece la pena acercarse a ver esta antigua ciudad y también el China Fishing Village, un parque temático a modo de pueblo pesquero en el que se puede descubrir la cultura y la historia de esta región.
La antigua ciudad china de Qiantong
Qiantong, una antigua ciudad china, se localiza al sur del río Yangtze, a aproximadamente 75 km. de Ningbo. Con más de siete siglos de historia, es uno de los enclaves más turísticos de la zona. De hecho, la visitan entre 300 y 500 turistas al día. Se trata de una ciudad antigua muy bien conservada, con bastantes edificios originales, aunque algunos fueron reconstruidos siguiendo las directrices del estilo antiguo del pueblo. Merece la pena dar un paseo por sus calles, admirando la cultura milenaria de esta región de China.
Redactor :
Anne Chabot
