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Sus calles, plazas y casas destacadas
La pequeña aldea de Conil fue creciendo alrededor del castillo de Guzmán el Bueno con casas diseminadas aquí y allá. De forma natural se formaron las dos primeras calles, la de Cádiz y la calle Ancha, en la que no queda vestigio alguno de las primeras viviendas. Es en la Plaza Santa Catalina donde está el que se considera el edificio más antiguo después de la Torre de Guzmán: la casa-cárcel, que funcionó como tal hasta la invasión francesa. La Casa de Bartolomé de Arrafán (Plaza de España 2) es otro de los edificios singulares de Conil. Es de estilo barroco de mediados del siglo XVII. La Casa del Conde de las Cinco Torres, también conocida como la del Peoro, era la vivienda particular de mayor tamaño de la ciudad allá por 1778, cuando la construyó un rico comerciante como residencia veraniega. Es la única que dispone de un aljibe para recoger agua de lluvia, cosa insólita en esta población que siempre ha tenido agua de pozo potable. Hoy residen en ella numerosos vecinos de Conil. En el número 1 de la Plaza de la Constitución se encuentra la sede del ayuntamiento y el juzgado municipal, ocupando una parte del Convento de la Victoria; del original apenas queda nada, pues sufrió innumerables modificaciones y reformas a lo largo de los siglos.
El convento de la Victoria y otros edificios religiosos
El duque D. Juan Alonso Pérez de Guzmán costeó las obras en 1567 para levantar una construcción primitiva de la que se conservan la nave de la iglesia, la sacristía y las escaleras. La portada y campanario son del primer tercio del siglo XVII. El resto del convento, galerías, claustro y patios proceden de las obras de remodelación de 1760. En la sacristía se pueden ver varias pinturas de interés, un gran lienzo que representa "El Descendimiento”, de la escuela italiana es el más destacado. Dentro del apartado de esculturas cabe mencionar El Cristo Crucificado, una obra de principios del XVII, que nada tiene que ver con la imagen agonizante y dolorosa habitual de estas imágenes. Al contrario, muestra una expresión serena. Está en el lateral izquierdo del crucero, encima del altar del Sagrario y sale todos los Viernes Santos en procesión. La Soledad preside la capilla junto al púlpito. Ya fuera del convento, otros edificios religiosos que pueden visitarse son la Capilla del Espíritu Santo, blanca y deliciosa, dedicada a la Virgen del Carmen. El Centro Cultural Santa Catalina, actualmente sala de exposiciones y otros eventos, así como la Iglesia y Hospicio de la Misericordia, del siglo XVIII.
Torre de Guzmán y Torres Vigías
La Torre de Guzmán se trata de la que fuera torre del homenaje del castillo construido por Guzmán el bueno, tras serle entregada la villa. De planta cuadrangular, realizada en piedra arenisca y con 17´5 m de alto, en el pasado fue el núcleo alrededor del cual surgió la nueva villa durante los siglos XIV y XV, la original Plaza Mayor y los edificios más importantes. A finales del XVIII la Torre fue remozada con el aspecto exterior con el que ha llegado hasta hoy. En la actualidad es un espacio de acogida para los visitantes que llegan a Conil y muestra imágenes del pueblo, así como otros contenidos culturales. En verano se sitúa allí un Punto de Información Turística, y la torre permanece abierta de lunes a sábado, en horario de mañana de 11 a 14 h., y en horario de tarde de martes a sábado, de 18.00 a 21.00 h. Información y grupos: 956440501 Durante la Edad Media complementaba el sistema defensivo de castillos y fortalezas numerosas torres que se levantaron a la largo de la costa gaditana: son las torres vigías, de forma cilíndrica o cuadrángular. Hay una en la línea divisoria con Chiclana, la del Puerto. La Torre de Roche, la Torre de Castilnovo son otras dos que siguen en pie.
La Chanca y la industria del salazón
Antigua factoría de salazones y almacén de barcos del siglo XVI, La Chanca es un monumento emblemático de la ciudad de Conil. Prolongó dicho uso hasta principios del siglo pasado, aunque con posterioridad ha albergado otras actividades hasta que cayó en un total abandono. Este complejo está constituido por varias edificaciones y zonas libres. Se trata de una construcción cuyos imponentes muros perimetrales de piedra enfoscada con cal y cubierta con madera y teja vieja, encierran una superficie de más de 7.500 m². La almadraba de Conil de la Frontera fue durante la baja Edad Media (siglos XIV y XV) y el Antiguo Régimen (siglos XVI al XVIII) una de las grandes almadrabas históricas, propiedad de la Casa Ducal de Medina Sidonia. El gran patio cuadrangular estaba dividido en dos por un muro central que delimitaba las áreas dedicadas a las manufacturas de salazón y al almacenamiento de aperos y embarcaciones para la almadraba. Y alrededor del mismo se distribuían los distintos espacios que fueron almacén de la sal, cochera, almacén de madera y sala de pertrechos, así como pajar y carnicería. La fábrica estuvo en funcionamiento hasta el siglo XIX y los almacenes fueron utilizados hasta los años 60 del siglo XX.
Playas y calas: ¡qué belleza!
Como la gran mayoría de las playas de la provincia de Cádiz, las de Conil son blancas, limpias, magníficas… y, afortunadamente, no han sido conquistadas por los grandes edificios de apartamentos. Hay dos tipos diferentes, las del norte, con encantadoras calas y abruptos acantilados, y las del sur: franjas interminables de arena de varios kilómetros. Entre las primeras, Cala Camacho, Cala del Melchor, del Aceite, del Tío Juan de Medina, de El Pato, de El Frailecillo. Entre las segundas: la Playa de Castilnovo, de los Bateles, del Roqueo, La Fontanilla… Pero los acantilados de Conil de la Frontera también tienen fama de su gran belleza. De color anaranjado o rojizo, hay impresionantes cortados desde la preciosa playa de Fuente del Gallo hasta aproximadamente el vecino pueblo de Chiclana. La zona más completa para conocer que pasó en el Plioceno en el litoral gaditano, se sitúa cerca de Cabo Roche, entre el Faro y la urbanización del mismo nombre. Los fósiles más espectaculares y abundantes aquí son los rodolitos; otros que se pueden encontrar son los moluscos bivalvos, los ostréidos, los pectínidos... También son frecuentes las colonias de briozoos, restos de caparazones de erizos, dientes de tiburón...
El Baluarte y la Puerta de la Villa
El primero es un recinto amurallado que en sus orígenes se usó para ubicar contrafuertes y cubos para puntos de vigilancia. Desde los cubos se asomaban las piezas de artillería en la defensa del municipio. La Puerta de la Villa es una de las cuatro principales que han quedado del antiguo recinto amurallado. Data del año 1502 y desde aquí se entraba y salía del pueblo, además de ser durante muchos años lugar de encuentro para buscar trabajo. La puerta tenía planta baja y alta y era punto de arranque de los pasillos de vigilancia que recorrían todo el recinto amurallado.
Mesón del Duque
En el nº 3 de la calle Virgen estaba esta casa-mesón de los duques de Medina Sidonia, que también era fonda, tahona y tienda de víveres. Cumplía la finalidad de mesón, fonda, atahona y tienda de víveres. Estuvo en manos de la casa ducal hasta 1875 y en su portada de piedra tiene grabado el escudo de calderas de los Guzmanes, título de propiedad. El pozo y la distribución del primer patio también son los originales.
Dehesa de Roche
Es un monte público y un pulmón de la bahía de Cádiz de gran interés botánico, faunístico y ecológico. Se trata de un conjunto natural de pinares de pinos piñoneros y enebros costeros, un espacio con diversidad de ecosistemas situados a escasos kilómetros de núcleos rurales y urbanos. La fauna está formada por zorros, ardillas, conejos, tejones y reptiles, como lagartija o culebras. Además hay variedad de aves: martin pescador, perdiz, codorniz…Se puede recorrer a través de infinidad de senderos aptos para todos los públicos, ya que su suave orografía no presenta muchoD desnivel.
Prado de Castilnovo
Este lugar es muy interesante porque la campiña se une con el litoral: agricultura, ganadería y actividades relacionadas con el mar se reflejan sobre un territorio y los usos llevados a cabo en él a lo largo de los siglos: en la zona de Prado de Castilnovo hay restos de antiguas salinas, campos de cultivos de secano, pozos con abrevaderos para el ganado vacuno… Un lugar con un paisaje espectacular en el que despunta la torre de Castilnovo, antigua atalaya vigía para la defensa y vigilancia del litoral, así como de la tradicional almadraba.
Redactor :
Anne Chabot
