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La capital del Golfo dei Poeti
El sugerente nombre hace referencia a los poetas, entre ellos Lord Byron, y célebres personajes -Napoleón es el más conocido- que cayeron rendidos a los encantos de este bellísimo lugar natural. La ciudad debe su desarrollo posterior al Arsenal Militar Marítimo construido en el siglo XIX para defenderla. La Spezia es una localidad orientada al mar y a su puerto. Es muy recomendable perderse por sus calles peatonales y llegar hasta el paseo marítimo; descubrir sus casas típicas de estilo Liberty, o explorar lo que hay más allá de las larguísimas escalinatas de piedra que parten desde la calle XX de Setembre, como la de Cernaia, con más de cien años, que hacen de nexo entre la zona baja y Il Poggio, barrio en la zona alta, junto al castillo de San Giorgio, y desde la cual se puede disfrutar de las magníficas panorámicas de todo el Golfo. Pasear por la decadente calle Chiodo es un placer, aunque también un riesgo para el bolsillo, ya que cuenta con infinidad de tiendas. Y si se prefiere una propuesta cultural, La Spezia cuenta con numerosísimos museos y edificios monumentales.
Edificios religiosos y museos de La Spezia
Entre los primeros destaca la abadía de Santa Maria Assunta, del siglo XIII, que alberga obras de Casoni, Cambiaso y Andrea della Robbi. Santi Giovanni e Agostino es del XVI. Edificios posteriores son Nostra Signora della Scorza, construida en 1900 en el barrio obrero Quartiere Umbertino y la Catedral Cristo Re dei Secoli, consagrada en 1975. En cuanto a los museos, La Spezia alberga un buen número de ellos, muy variados y “para todos los públicos”. El Museo Cívico Ubaldo Formentini, en el castillo de San Jorge, cuenta con una importante sección dedicada a los hallazgos arqueológicos que proceden de las excavaciones en Lunigiana, como una magnífica serie de estelas de bronce y de la Edad de Hierro. - Museo Cívico Amedeo Lia. Expone una colección de los siglos XIII al XVIII e incluye pinturas de maestros famosos como Tintoretto, Montagna, Tiziano y Pietro Lorenzetti; también bronces romanos y tesoros eclesiásticos. -El Museo Tecnico Navale es un curioso espacio fundado en 1870. Muestra maquetas de barcos, mascarones de proa y documentos históricos de la Marina Militar. -El Museo Cívico del Sigilo (del sello) muestra la más vasta colección de sellos y lacres de todos los estilos que datan del IV milenio A. C. hasta nuestros días. Completan la colección el museo Amedeo Lia, Palazzina delle Arti, el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo Diocesano.
Lerici y Portovenere, dos tesoros de El Golfo
Una de las más bellas ensenadas de la costa lígur alberga también pueblos y aldeas increíblemente hermosas, asomadas sobre el mar desde escarpados acantilados y rodeadas de verdes colinas con terrazas de cultivo. Dos de ellas son Lerici y Portovenere, que al atractivo paisajístico suman el encanto de su casco histórico. Lerici es conocida como la “perla” del Golfo de los Poetas. Por algo residen aquí algunas de las más importantes y conocidas voces de la poesía y de la literatura contemporánea. Lerici es hoy un importante centro turístico con interesantes monumentos, una naturaleza exuberante y una buena oferta de servicios. Portovenere es la otra joya de la bahía. Constituye junto al archipiélago que forman las islas Palmaria, Tino y Tinetto un valioso Parque Natural Regional que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La llegada por mar a este municipio deslumbra, ya que se bordea una pequeña península divisando justo en su extremo la iglesia de San Pedro. El propio municipio también ofrece sorpresas, como el núcleo medieval de Le Grazie, el castillo Doria o la iglesia románica de San Lorenzo.
Las Cinque Terre, Patrimonio de la Humanidad
A 15 minutos en tren de la ciudad de La Spezia se encuentra este bellísimo Parque Nacional y Marino. Su nombre deriva de los cinco pueblos que lo componen: Riomaggiore, Manarola, Coniglia, Vernazza y Monterosso al Mar. Cinco tierras que están a muy pocos kilómetros unas de las otras y que otean desde altos promontorios la costa. Sus casas forman mosaicos multicolores que se descuelgan por acantilados a pico sobre el mar. Un recorrido a pie une los cinco pueblos. Es una caminata muy recomendable aunque exigente, ya que obliga a subir hasta cada uno de los municipios y descender continuamente por senderos y escaleras. También se puede hacer con mayor comodidad en un tren que permite bajar y subir de él las veces necesarias con un único billete. El recorrido desde La Spezia comienza en Monterosso al Mare, el más grande de las cinco pueblos y con más servicios. Algunos de sus monumentos más importantes son la torre Aurora, la imponente estatua de “Il Gigante” y la iglesia de San Juan Bautista. Tiene también una pequeña playa de arena gruesa. En Vernazza hay que subir a su castillo para disfrutar de espectaculares vistas. Destaca la iglesia de Santa Margarita y el santuario de Nuestra Señora del Rodrigo. Corniglia está en lo alto de la montaña; Manarola cuenta con un casco urbano de casas colorista y una piscina natural, además de buena oferta de restaurantes. Por último, Riomaggiore oculta sorprendentes rincones, como el el de su pequeño malecón.
Val di Vara, bosques y pueblos medievales
Con una costa tan fascinante, muchas veces no se valora en su justa medida el interior de esta privilegiada región. Y en este caso, tanto la una como el otro son comparables en belleza. El Val di Vara, a espaldas del Golfo de los Poetas es un surco verde, largo y sinuoso con pueblos medievales escondidos en los bosques o encaramados en las colinas. El valle lleva el nombre del río que lo recorre durante 60 km y baña unas tierras ricas en producción agrícola, ganadería e incluso energía eólica “limpia”. Una red de senderos invita al caminante o al ciclista a recorrer la comarca a ritmo lento hasta la “Alta Vía de los Montes Lígures” o la zona costera de Cinque Terre. El río Vara además es un medio de transporte emocionante para los aficionados al deporte de riesgo: rafting, hidrospeed, o simplemente un descenso en canoa entre campos de cultivo y bosques hacen de la aventura un placer para los cinco sentidos. En cuanto a los pueblos, mantienen intacto el encanto de antaño, con sus trazados medievales y sus cascos históricos: Varese Ligure o Brugnato -levantado alrededor del núcleo de la antigua abadía benedectina del siglo VII- son solo dos de los muchos que se pueden visitar en un valle realmente delicioso.
Playas y acantilados
Todo el área que cubre la provincia de La Spezia, desde Riomaggiore a Deiva Marina, está dividido en dos zonas: la Riviera de La Spezia de Levante (del este) (desde Levanto hasta Deiva Marina) y las famosas Cinque Terre, hacia el sur de La Spezia. La Riviera está formada por los municipios de Levanto, Bonassola, Framura y Deiva Marina. Tiene una costa con bahías de grandes playas, pero también con escarpados acantilados. Es todo un lujo visitarlas a bordo de una embarcación o llegar hasta las islitas frente a la costa y disfrutar de los fondos marinos, claros y limpios, o salir con los pescadores para observar a los cetáceos de cerca… Las posibilidades son infinitas.
La fiesta del Palio del Golfo
Es un acontecimiento deportivo y cultural que concentra en torno al Golfo dei Poeta a un gran número de aficionados a los deportes acuáticos, vecinos de todos los pueblos de la zona y turistas llegados de cualquier punto del planeta. Se trata de una regata entre trece barcos tradicionales, que probablemente tiene su origen en las competiciones llevadas a cabo en el pasado entre tripulaciones de las embarcaciones que faenaban en el Golfo de La Spezia. Los barcos actuales emulan a los antiguos en su diseño, aunque son más rápidos que aquellos. La colorista y animada ompetición se celebra el primer domingo de agosto frente al paseo marítimo de La Spezia.
La vía del amor
El sendero más famoso de las Cinco Tierras es la “Vía del Amor” que une Manarola a Riomaggiore. En realidad se trata de un tramo del “Sendero Azul” que pasa por toda la zona del Parque y fue construido entre 1920 y 1930 por los obreros de la línea férrea Génova-La Spezia. Excavado en la montaña y atravesado por pequeños túneles, va paralelo al mar, acompañado de unas vistas maravillosas en todo el recorrido. Debido a este romántico paisaje, se bautizó con el nombre de vía del amor. Como prueba de ello, los novios han colgado a lo largo del sendero numerosos candados, convertidos en uno de los atractivos turísticos más fotografiados en este sendero: no hay que perderse la puesta de sol.
Val de Magra: campo, colina, montaña y mar
Así es el paisaje del Val de Magra, cuyo río da vida a este fértil territorio, poblado de castillos y de encantadores pueblos que ofrecen cultura y naturaleza. Sarzana, cabeza de partido, cuenta con un notable patrimonio artístico e iniciativas culturales y turísticas que le dan vida durante todo el año. Dignos de mención son también las fortalezas y cascos históricos de Arcola, Trebbiano o de la aldea de Vezzano Ligure. Y ya en la frontera con Carrara, Castelnuovo Magra (con los restos del castillo de los Malaspina y la iglesia con el cuadro del Calvario de Brueghel), Ortonovo, (con su casco histórico con planta elíptica) y Luni, donde se pueden admirar los restos del anfiteatro Romano y la basílica.
Redactor :
Marion Rouillot
