Presentación
Tokio es una ciudad increíble, desconcertante, que impresiona profundamente al visitante. Se localiza en el centro de la isla de Honshu y es el centro de la actividad política y económica de Japón. Aunque lo que se conoce como la ciudad de Tokio tiene una población de 13.230.000 personas contabilizadas en 2013, si incluimos su área metropolitana la cifra supera los 35 millones de personas, por lo que se considera el núcleo urbano más poblado del mundo. Además, Tokio recibe cada año en torno a 2,5 millones de turistas procedentes de todos los rincones del planeta. Son tantas las cosas que hay que ver en la ciudad, que resulta casi imposible hacer una selección adecuada. Tokio se divide en 23 barrios y todos tienen su propio interés. El clima es templado y húmedo, con inviernos frescos y veranos cálidos.
La localidad de Tokyo pertenece (de mayor a menor) a la región Kantō y a la prefectura Tōkyō.
La localidad de Tokyo cubre 2.187 km², tiene 13.222.760 habitantes y una densidad de 6.046,07 habitantes por km².
Es Tokyo y el alcade es Naoki Inose.
El gentilicio para los habitantes de Tokyo es Tokiota. El nombre francés de la localidad es Préfecture de Tokyo, el nombre español es Tokio.
La página web de Tokyo es http://www.metro.tokyo.jp
Visitas destacadas
Con una colección permanente de más de 113.000 objetos, es el mayor legado de arte japonés del mundo y uno de los museos más importantes del país. El Museo Nacional de Tokio se creó, en otra ubicación y con el nombre de Museo Imperial, en el año 1872, lo que lo convierte en el más antiguo del país. En 1882 se trasladó al Parque Ueno, donde se encuentra actualmente. Es el lugar perfecto para descubrir y conocer en profundidad la historia de Japón. Allí podremos contemplar una estupenda selección de hallazgos arqueológicos y objetos de valor artístico que resumen la historia del país, desde la prehistoria hasta nuestros días. El museo comprende varios edificios: la Galería Honkan o Galería de Japón, la Galería Asiática, Hyokeikan, Heseikan, la Galería de Tesoros Horyuji y la Galería Conmemorativa Kuroda, entre otras dependencias. Tiene, además, varios restaurantes y una tienda.
Horario: de martes a domingo, de 9:30 a 17:00 h. Lunes cerrado.
Tel.: +81 3 5405 8686.
Web: http://www.tnm.jp/
Precio: entrada adultos: 4,25 €. Niños, gratis.
La descomunal Tokio está dividida en nada menos que 23 barrios, por lo que necesitaríamos una larga estancia en la ciudad para poder visitarlos y conocerlos todos. Por eso, es necesario hacer una obligada selección. Y, a la hora de elegir, Shinjuku es una buena opción. Se trata de uno de los barrios más dinámicos y modernos de la ciudad, lleno de gente y con una actividad plena a cualquier hora del día o de la noche. En todas sus calles se respira cosmopolitismo a raudales. Allí podremos encontrar increíbles tiendas de moda y electrónica, entre llamativos carteles de luces de neón. El barrio de Shinjuku se divide en tres zonas de interés: la parte oeste, donde están los rascacielos más altos de la ciudad; el este, con Kabukicho, una zona repleta de bares y karaokes; y el sur, con interesantes lugares para ir de compras. En Shinjuku encontramos la estación más grande de todo Japón, donde confluyen gran cantidad de trenes con destino a cualquier punto del país, así como varias líneas de metro y de tren de cercanías, el Japan Railway.
Después de visitar los barrios de Shinjuku o Shibuya, que destilan modernidad en cada rincón, merece la pena cambiar de registro y acercarse hasta Asakusa, el barrio con más historia de la ciudad. En sus calles se respira un ambiente tradicional japonés, que resulta mágico para el turista. Encontraremos magníficos templos y edificios que muestran la tradicional arquitectura nipona. Uno de ellos es el templo Sensoji, el más antiguo de Tokio (y el más relevante también). Está dedicado a la diosa Kannon y data del año 645. En el edificio principal se guarda la estatua de la diosa, y también hay una gran pagoda de 64 metros de altura. Para acceder al templo hay que recorrer la calle Nakamise Dori, repleta de tiendas y puestos comerciales, y llegar hasta la puerta de Kaminarimon, de la que cuelga una descomunal linterna. Después de visitar el templo Sensoji, es interesante pasear por la calle Kappabashi Dogugai, llena de curiosas tiendas de utensilios de cocina, así como por las calles aledañas, en las que encontraremos un sinfín de lugares sorprendentes que nos llamarán la atención.
Es uno de los lugares emblemáticos a los que se acerca la mayoría de los turistas que visitan Tokio, y resulta sorprendente hacerlo, ya que es el mercado de pescado más grande del mundo. Las cifras son contundentes: cada día pasan por Tsukiji más de 3.000 toneladas de pescado, de unas 450 especies diferentes (de pescado y marisco). Es interesante visitar este mercado, que data del siglo XVI. Eso sí, para verlo en todo su esplendor hay que madrugar, ya que sobre las 5:00 h. de la mañana se celebran las subastas de atunes, una de las cosas más características y sorprendentes del mercado. Se puede ver cómo se inspeccionan los ejemplares antes de la subasta. Después de subastados, los grandes atunes son cortados en piezas con grandes sierras. Merece la pena contemplar el mercado en plena actividad a hora tan temprana. También resulta interesante ver las naves de pescado vivo. Y, después de la visita, nada mejor que degustar el sushi más auténtico en cualquiera de los muchos restaurantes de las calles aledañas al mercado: el mejor desayuno para os amantes de este plato típico de la gastronomía japonesa.
Más información en www.tsukiji-market.or.jp
Aunque Tokio dispone de otras zonas verdes de interés, el Parque Ueno es uno de los más destacados, ya que aúna naturaleza y cultura, por ser el lugar en el que se localizan los grandes museos de la ciudad. Allí está el Museo Nacional de Tokio, así como el Museo Nacional de Ciencias, el Museo Nacional de Arte Occidental y la Galería Metropolitana de Arte de Tokio, entre otros centros culturales y artísticos. El Parque Ueno es, además, uno de los lugares más visitados, y no sólo por los turistas, sino también por los habitantes de la ciudad. Además de los museos, no se puede dejar de visitar el santuario Toshogu, un templo de la era Edo que fue construido en 1627. El zoo de Ueno, también el parque, es otro de los lugares interesantes que encierra. Fue el primer zoológico de Japón. Y, por último, también hay que acercarse a la estatua de Saigo Takamori, el Último Samurai, localizada en la zona sur del parque.
Cuando uno organiza un viaje a Tokio, merece la pena dedicar un tiempo a explorar sus alrededores y los lugares de interés cercanos. Como Kamakura, a sólo 55 kilómetros. Es una ciudad fantástica, en la que el turista podrá descubrir la cultura samurai y disfrutar, además, de un entorno bellísimo de mar y montaña. Kamakura está repleta de templos, como el de Engaku-ji o el de Kenchoji. Pero el monumento más emblemático de Kamakura es el Gran Buda o Daibutsu, una estatua de bronce de dimensiones colosales, nada menos que 13 metros de altura.
Está muy cerca de Tokio, a unos 36 km., y es la segunda ciudad con más habitantes de Japón. Merece la pena hacer el trayecto que separa estas dos grandes urbes, ya que Yokohama posee tesoros que no encontrarás en ningún otro lugar. Como el barrio portuario de Minato Mirai 21, compuesto por varias islas artificiales en las que se enclavan muchos de los rascacielos de la ciudad. Uno de ellos es la torre más alta de Japón, la Landmark Tower, con 296 metros de altura. Desde el mirador que tiene en la plata 69 se puede gozar de una inolvidable vista de Tokio y del famoso monte Fuji.
Y después de visitar las gigantescas Tokio y Yokohama, el visitante disfrutará muchísimo con una excursión como la de Hakone, una ciudad que se enclava en el parque Nacional Fuji-Hakone-Izu, y que es muy conocida por sus aguas termales. Está a 82 kilómetros de Tokio, y sus alrededores, con las vistas del célebre monte Fuji, son de tal belleza que quedan grabadas para siempre en la retina y la memoria del turista.
Aunque dista 150 km. de Tokio, merece la pena realizar este trayecto para conocer la ciudad de Nikko, maravillosa de principio a fin. Está rodeada de bosques de gran belleza y cuenta con un santuario religioso que exhibe con exactitud la tradicional arquitectura del periodo Edo. Pero Nikko, además, posee otros templos a los que acercarse a visitar, como el mausoleo de Toshogu, que reúne unos doce templos y santuarios. El conjunto de templos y santuarios de Nikko fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: perfectamente comunicada por carretera, por las inmediaciones de la ciudad pasan rutas metropolitanas, nacionales y regionales. De hecho, de Tokio parten varias de las autopistas más importantes del país, como la Ruta 1 a Osaka, la Ruta 4 a Sendai o la Ruta 16 hacia Yokohama.
- En avión: la ciudad cuenta con dos aeropuertos: el de Narita, en Chiba, al que llegan, sobre todo, vuelos internacionales y que está conectado con el centro por un tren rápido, el Narita Express. También está el Aeropuerto Internacional de Tokio que se usa principalmente para vuelos locales, aunque también recibe vuelos internacionales.
- En tren: si se llega a Tokio desde otra ciudad japonesa, el tren es un buen medio de transporte para hacerlo. En la Estación Central de Tokio acaban muchas líneas de largo recorrido procedentes de todo Japón. Otras estaciones ferroviarias de Tokio son la de Shinjuku o Shibuya.
- En barco: aunque no se llega a Tokio en barco desde otro país, sí es posible desplazarse en ferry a otros destinos dentro de Japón, como Hokkaido o la isla de Kyushu, entre otros. Existen tres terminales de ferry en Tokio: la de Ariake, la de Takeshiba, y la de Harumi.
- Transporte público y taxis: El transporte público en Tokio se basa, fundamentalmente, en una red espectacular combinada de tren y metro. Unas 70 líneas en total que forman el entramado ferroviario urbano más extenso del mundo, con más de mil estaciones, y que usan unos 20 millones de pasajeros cada día. La ciudad posee, además, de un sistema de autobuses que recorren los 23 barrios de Tokio.
Presentación
Tokio es una ciudad increíble, desconcertante, que impresiona profundamente al visitante. Se localiza en el centro de la isla de Honshu y es el centro de la actividad política y económica de Japón. Aunque lo que se conoce como la ciudad de Tokio tiene una población de 13.230.000 personas contabilizadas en 2013, si incluimos su área metropolitana la cifra supera los 35 millones de personas, por lo que se considera el núcleo urbano más poblado del mundo. Además, Tokio recibe cada año en torno a 2,5 millones de turistas procedentes de todos los rincones del planeta. Son tantas las cosas que hay que ver en la ciudad, que resulta casi imposible hacer una selección adecuada. Tokio se divide en 23 barrios y todos tienen su propio interés. El clima es templado y húmedo, con inviernos frescos y veranos cálidos.
La localidad de Tokyo pertenece (de mayor a menor) a la región Kantō y a la prefectura Tōkyō.
La localidad de Tokyo cubre 2.187 km², tiene 13.222.760 habitantes y una densidad de 6.046,07 habitantes por km².
Es Tokyo y el alcade es Naoki Inose.
El gentilicio para los habitantes de Tokyo es Tokiota. El nombre francés de la localidad es Préfecture de Tokyo, el nombre español es Tokio.
La página web de Tokyo es http://www.metro.tokyo.jp
Visitas destacadas
Con una colección permanente de más de 113.000 objetos, es el mayor legado de arte japonés del mundo y uno de los museos más importantes del país. El Museo Nacional de Tokio se creó, en otra ubicación y con el nombre de Museo Imperial, en el año 1872, lo que lo convierte en el más antiguo del país. En 1882 se trasladó al Parque Ueno, donde se encuentra actualmente. Es el lugar perfecto para descubrir y conocer en profundidad la historia de Japón. Allí podremos contemplar una estupenda selección de hallazgos arqueológicos y objetos de valor artístico que resumen la historia del país, desde la prehistoria hasta nuestros días. El museo comprende varios edificios: la Galería Honkan o Galería de Japón, la Galería Asiática, Hyokeikan, Heseikan, la Galería de Tesoros Horyuji y la Galería Conmemorativa Kuroda, entre otras dependencias. Tiene, además, varios restaurantes y una tienda.
Horario: de martes a domingo, de 9:30 a 17:00 h. Lunes cerrado.
Tel.: +81 3 5405 8686.
Web: http://www.tnm.jp/
Precio: entrada adultos: 4,25 €. Niños, gratis.
La descomunal Tokio está dividida en nada menos que 23 barrios, por lo que necesitaríamos una larga estancia en la ciudad para poder visitarlos y conocerlos todos. Por eso, es necesario hacer una obligada selección. Y, a la hora de elegir, Shinjuku es una buena opción. Se trata de uno de los barrios más dinámicos y modernos de la ciudad, lleno de gente y con una actividad plena a cualquier hora del día o de la noche. En todas sus calles se respira cosmopolitismo a raudales. Allí podremos encontrar increíbles tiendas de moda y electrónica, entre llamativos carteles de luces de neón. El barrio de Shinjuku se divide en tres zonas de interés: la parte oeste, donde están los rascacielos más altos de la ciudad; el este, con Kabukicho, una zona repleta de bares y karaokes; y el sur, con interesantes lugares para ir de compras. En Shinjuku encontramos la estación más grande de todo Japón, donde confluyen gran cantidad de trenes con destino a cualquier punto del país, así como varias líneas de metro y de tren de cercanías, el Japan Railway.
Después de visitar los barrios de Shinjuku o Shibuya, que destilan modernidad en cada rincón, merece la pena cambiar de registro y acercarse hasta Asakusa, el barrio con más historia de la ciudad. En sus calles se respira un ambiente tradicional japonés, que resulta mágico para el turista. Encontraremos magníficos templos y edificios que muestran la tradicional arquitectura nipona. Uno de ellos es el templo Sensoji, el más antiguo de Tokio (y el más relevante también). Está dedicado a la diosa Kannon y data del año 645. En el edificio principal se guarda la estatua de la diosa, y también hay una gran pagoda de 64 metros de altura. Para acceder al templo hay que recorrer la calle Nakamise Dori, repleta de tiendas y puestos comerciales, y llegar hasta la puerta de Kaminarimon, de la que cuelga una descomunal linterna. Después de visitar el templo Sensoji, es interesante pasear por la calle Kappabashi Dogugai, llena de curiosas tiendas de utensilios de cocina, así como por las calles aledañas, en las que encontraremos un sinfín de lugares sorprendentes que nos llamarán la atención.
Es uno de los lugares emblemáticos a los que se acerca la mayoría de los turistas que visitan Tokio, y resulta sorprendente hacerlo, ya que es el mercado de pescado más grande del mundo. Las cifras son contundentes: cada día pasan por Tsukiji más de 3.000 toneladas de pescado, de unas 450 especies diferentes (de pescado y marisco). Es interesante visitar este mercado, que data del siglo XVI. Eso sí, para verlo en todo su esplendor hay que madrugar, ya que sobre las 5:00 h. de la mañana se celebran las subastas de atunes, una de las cosas más características y sorprendentes del mercado. Se puede ver cómo se inspeccionan los ejemplares antes de la subasta. Después de subastados, los grandes atunes son cortados en piezas con grandes sierras. Merece la pena contemplar el mercado en plena actividad a hora tan temprana. También resulta interesante ver las naves de pescado vivo. Y, después de la visita, nada mejor que degustar el sushi más auténtico en cualquiera de los muchos restaurantes de las calles aledañas al mercado: el mejor desayuno para os amantes de este plato típico de la gastronomía japonesa.
Más información en www.tsukiji-market.or.jp
Aunque Tokio dispone de otras zonas verdes de interés, el Parque Ueno es uno de los más destacados, ya que aúna naturaleza y cultura, por ser el lugar en el que se localizan los grandes museos de la ciudad. Allí está el Museo Nacional de Tokio, así como el Museo Nacional de Ciencias, el Museo Nacional de Arte Occidental y la Galería Metropolitana de Arte de Tokio, entre otros centros culturales y artísticos. El Parque Ueno es, además, uno de los lugares más visitados, y no sólo por los turistas, sino también por los habitantes de la ciudad. Además de los museos, no se puede dejar de visitar el santuario Toshogu, un templo de la era Edo que fue construido en 1627. El zoo de Ueno, también el parque, es otro de los lugares interesantes que encierra. Fue el primer zoológico de Japón. Y, por último, también hay que acercarse a la estatua de Saigo Takamori, el Último Samurai, localizada en la zona sur del parque.
Cuando uno organiza un viaje a Tokio, merece la pena dedicar un tiempo a explorar sus alrededores y los lugares de interés cercanos. Como Kamakura, a sólo 55 kilómetros. Es una ciudad fantástica, en la que el turista podrá descubrir la cultura samurai y disfrutar, además, de un entorno bellísimo de mar y montaña. Kamakura está repleta de templos, como el de Engaku-ji o el de Kenchoji. Pero el monumento más emblemático de Kamakura es el Gran Buda o Daibutsu, una estatua de bronce de dimensiones colosales, nada menos que 13 metros de altura.
Está muy cerca de Tokio, a unos 36 km., y es la segunda ciudad con más habitantes de Japón. Merece la pena hacer el trayecto que separa estas dos grandes urbes, ya que Yokohama posee tesoros que no encontrarás en ningún otro lugar. Como el barrio portuario de Minato Mirai 21, compuesto por varias islas artificiales en las que se enclavan muchos de los rascacielos de la ciudad. Uno de ellos es la torre más alta de Japón, la Landmark Tower, con 296 metros de altura. Desde el mirador que tiene en la plata 69 se puede gozar de una inolvidable vista de Tokio y del famoso monte Fuji.
Y después de visitar las gigantescas Tokio y Yokohama, el visitante disfrutará muchísimo con una excursión como la de Hakone, una ciudad que se enclava en el parque Nacional Fuji-Hakone-Izu, y que es muy conocida por sus aguas termales. Está a 82 kilómetros de Tokio, y sus alrededores, con las vistas del célebre monte Fuji, son de tal belleza que quedan grabadas para siempre en la retina y la memoria del turista.
Aunque dista 150 km. de Tokio, merece la pena realizar este trayecto para conocer la ciudad de Nikko, maravillosa de principio a fin. Está rodeada de bosques de gran belleza y cuenta con un santuario religioso que exhibe con exactitud la tradicional arquitectura del periodo Edo. Pero Nikko, además, posee otros templos a los que acercarse a visitar, como el mausoleo de Toshogu, que reúne unos doce templos y santuarios. El conjunto de templos y santuarios de Nikko fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: perfectamente comunicada por carretera, por las inmediaciones de la ciudad pasan rutas metropolitanas, nacionales y regionales. De hecho, de Tokio parten varias de las autopistas más importantes del país, como la Ruta 1 a Osaka, la Ruta 4 a Sendai o la Ruta 16 hacia Yokohama.
- En avión: la ciudad cuenta con dos aeropuertos: el de Narita, en Chiba, al que llegan, sobre todo, vuelos internacionales y que está conectado con el centro por un tren rápido, el Narita Express. También está el Aeropuerto Internacional de Tokio que se usa principalmente para vuelos locales, aunque también recibe vuelos internacionales.
- En tren: si se llega a Tokio desde otra ciudad japonesa, el tren es un buen medio de transporte para hacerlo. En la Estación Central de Tokio acaban muchas líneas de largo recorrido procedentes de todo Japón. Otras estaciones ferroviarias de Tokio son la de Shinjuku o Shibuya.
- En barco: aunque no se llega a Tokio en barco desde otro país, sí es posible desplazarse en ferry a otros destinos dentro de Japón, como Hokkaido o la isla de Kyushu, entre otros. Existen tres terminales de ferry en Tokio: la de Ariake, la de Takeshiba, y la de Harumi.
- Transporte público y taxis: El transporte público en Tokio se basa, fundamentalmente, en una red espectacular combinada de tren y metro. Unas 70 líneas en total que forman el entramado ferroviario urbano más extenso del mundo, con más de mil estaciones, y que usan unos 20 millones de pasajeros cada día. La ciudad posee, además, de un sistema de autobuses que recorren los 23 barrios de Tokio.