Visitas destacadas
El Museo Nacional de Historia de Moldavia
Es uno de los museos más importantes del país, si no el que más, y se localiza en Chisinau. Cuenta con una serie de colecciones permanentes de gran relevancia que se exponen en los más de 1.700 metros cuadrados de que dispone el museo, y que divulgan la historia de Moldavia desde tiempos remotos hasta la época actual. El Museo Nacional de Historia de Moldavia cuenta con una colección de arqueología que atesora cerca de 22.300 piezas procedentes de diferentes excavaciones, y que datan de diferentes períodos como el Paleolítico, el Neolítico o la Edad del Hierro. También hay una colección de exposiciones históricas, con objetos de los siglos XIX y XX, sobre todo, que trata de ilustrar cómo era la vida en Moldavia en tiempos pasados. Otras colecciones interesantes del museo son la colección numismática, con monedas de diferentes épocas y países; la colección de armas y armaduras, que reúne piezas de acero y armas de fuego desde el siglo XVI al XX; y la colección de fotografías, con cerca de 16.000 imágenes, desde fotos de estudio a paisajes, pasando por retratos, documentales, etc. Horario: en verano, todos los días de 10:00 a 18:00 h. En invierno, todos los días, excepto los viernes, de 10:00 a 17:00 h. Precio: entrada adultos, 0,55 €. Niños, 0,10 €.
Las bellas iglesias de Balti
Moldavia es un país en el que abundan los templos e iglesias. Una ruta por alguno de los templos de Balti puede ser una forma estupenda de conocer la región de Singerei. En esta ciudad, localizada a 24 kilómetros de Singerei, existen varios templos interesantes. Uno de ellos es la iglesia ortodoxa de San Nicolás (Stefan cel Mare, 30), el edificio más antiguo de la ciudad, de finales del siglo XVIII. Se trata de un edificio de planta rectangular y sin cúpula, que fue consagrada en el año 1804 al culto ortodoxo. Destaca también la iglesia armenia de San George (en Hotin, 36), que es del año 1912. Fue construida por colonos armenios en un estilo que recuerda al gótico, y utilizando como materiales principales el ladrillo y el estuco. Otro templo que merece una visita es la iglesia de San Pedro y San Pablo (Stefan cel Mare, 78) de la primera mitad del siglo XX, y también la Catedral Ortodoxa de San Constantino y Santa Elena (Independencia, 55), que fue construida entre 1924 y 1935. Se trata de uno de los mayores santuarios del país. Cuenta con un patio porticado con bellas columnas y una torre de 46 metros de altura.
La arquitectura civil de la zona
Muy cerca de Singerei se pueden encontrar bellos ejemplos de arquitectura civil, que muestran la tradición constructiva de esta zona de Moldavia. Un ejemplo es la Casa Hadji Macarov, que se localiza en Balti, concretamente en la calle de la Paz, 28. Aunque en sus orígenes, allá por el siglo XIX, era una vivienda particular, terminó albergando el Ayuntamiento de la ciudad, para lo que su interior experimentó una profunda rehabilitación. Es un verdadero tesoro arquitectónico, con su fachada de ladrillo rojo y sus bellas ventanas de arco. También merece la pena visitar la Casa Rozenbaum, de estilo moderno y ventanas de distintos tamaños, también en Balti. O la Villă Urbană (Alecsandri Square, 4), de finales del siglo XIX. Al principio era una mansión particular, pero en el año 1914 fue comprada por las autoridades de la ciudad. En torno al año 1934 se reconstruye la estructura de la casa. R. Spirer fue el arquitecto que supervisó las obras, en las que se añadió un segundo piso. Hoy alberga el registro civil.
La Catedral de la Natividad en Chisinau
Es una auténtica joya arquitectónica que se localiza en el centro de la ciudad moldava de Chisinau. Destaca por su relevancia constructiva y por su belleza especial. La catedral cuenta con una torre y un campanario de estilo clasicista ruso, que fueron construidos por el arquitecto Abraam Melnicov. El templo, desde un punto de vista arquitectónico, hace gala de un estilo sobrio y señorial, con sus formas y volúmenes en perfecto equilibrio, lo que dota al edificio de unas proporciones elegantes y de una gran belleza. Comenzó a construirse en el año 1830 y no se terminó hasta 1836. La planta es de cruz griega y la torre culmina en una gran cúpula. En el interior de la catedral de la Natividad se dispusieron tres altares: uno central dedicado al Nacimiento de Cristo (de ahí el nombre del templo), y dos laterales. La arquitectura eclesiástica rusa se refleja en la forma en que se estructuran los cuatro niveles de la torre, con una capilla en los inferiores y las campanas en el nivel superior. En octubre del año 1836 se celebró la consagración de la catedral.
Parques y jardines para disfrutar
Las ciudades de esta parte de Moldavia son sobrias, pero no por ello dejan de estar dotadas de amplias zonas verdes, lo que les concede otra dimensión, y no sólo a nivel turístico, sino también desde un pinto de vista cotidiano. Como Chisinau, por ejemplo, ciudad verde donde las haya, y con muchísimos árboles en todas sus calles principales. Dispone de diversos parques como, por ejemplo, el Parque Central que se localiza en la calle Stefan cel Mare, y es el más antiguo y más importante de la urbe. Este parque, que en sus orígenes se denominaba Pushkin Park ocupa un terreno de unas 7 hectáreas y hoy es conocido como el “Parque de los Enamorados”. Allí pueden verse unas 50 especies diferentes de árboles, de los cuales algunos ejemplares de morera y acacia son más que centenarios. Data del año 1818, aunque desde su creación ha experimentado numerosos cambios. Algunas de las especies que viven en el campo son las acacias y las limas, y también hay numerosos macizos de coloristas flores. Otros parques interesantes son el Parque de la Catedral, de 9 hectáreas de extensión, situado en el centro de la ciudad; el Parque La Izvor, inaugurado en 1972, que incluye dos grandes lagos; y el Parque Valea Morilor, con 114 hectáreas en las que hay un gran estanque. Por último, citaremos el Parque de las Rosas, con 145 hectáreas y numerosas instalaciones recreativas.
El Monasterio de Capriana
Se localiza en Capriana y es uno de los edificios religiosos más emblemáticos y bellos del país. Se localiza al noroeste de Chisinau, a unos 40 km., y a 97 km. de Singerei, en un entorno boscoso realmente encantador. Es una construcción que se alza a orillas de un hermoso lago, y que reúne varios edificios: la iglesia barroca de la Asunción, que data del siglo XIV; la iglesia de San Nicolás, del XIX; y la iglesia de San Jorge, de principios del XX. Además del monasterio, que aún hoy está habitado por monjes ortodoxos, merece la pena explorar los alrededores.
El Parque Nacional Rascov
Moldavia es un país en el que abundan los rincones naturales merecedores de una visita. Por eso, será más que recomendable aprovechar nuestra estancia en Singerei para visitar algunas de las maravillas que la naturaleza moldava pone a nuestro alcance. Como el Parque Nacional Rascov (en ruso, Rashkov). Se trata del segundo paisaje natural protegido más grande del país, aunque en realidad se localiza en Transnistria, una zona independiente que se localiza entre el río Dniéper y la frontera de Moldavia con Ucrania.
La Reserva Bosque Real
Se trata de una zona natural protegida que se fundó en el año 1993, y que se extiende por los términos municipales de varias ciudades, como Glodeni, Cobani, Prut y Kamenka. Se localiza muy cerca del río Prut y hace gala de una gran biodiversidad en cuando a los ecosistemas, la vegetación y la fauna. Allí crecen tres tipos de vegetación: de bosque, prados y vegetación acuática. En cuanto a la fauna, muy variada, se centra en mamíferos como ciervos, jabalíes gatos monteses, martas, nutrias, etc. Durante el otoño y la primavera, la reserva se convierte en un lugar en la ruta migratoria de las aves. Además, la reserva posee la mayor comunidad de garzas de Moldavia.
El Arco del Triunfo de Chisinau
Este monumento es uno de los más emblemáticos de la ciudad de Chisinau. Ha recibido varios nombres desde su creación como, por ejemplo, Arco de la Victoria. Fue construido en el siglo XIX, concretamente en el año 1841, en la destacada vía Stefan cel Mare. Tiene 13 metros de altura y es sostenido por cuatro pilares de estilo corintio, aunque el nivel superior del arco está decorado en estilo clásico. En la parte frontal hay un reloj que se ilumina al caer la tarde.
