Localidad de Le Bardo (Tunis)

tunez

Presentación

El Bardo es una ciudad de Túnez conocida internacionalmente por el excepcional museo del mismo nombre. No se puede visitar este país del Magreb sin acercarse a la localidad y disfrutar de una de las mayores joyas culturales e históricas, incluida en todos los circuitos turísticos no solo por su importancia, sino también por su proximidad a la capital de Túnez. El Bardo, Bārdaw, Bardaw o Bardois en sus distintas variantes idiomáticas está al oeste de la misma, a poco más de 4 kilómetros, por lo que muchos tunecinos viven en esta población de unos 22.240 habitantes censados en 2004 y van a trabajar diariamente a  la capital. Pudiera parecer por ello una ciudad-dormitorio de reciente creación, pero no es así. Ya en el siglo XVIII Bardo fue una residencia de la corte real y posteriormente se convirtió en un centro administrativo de importancia. Hoy es una ciudad indisolublemente unida a su brillante pasado.

La localidad de Le Bardo pertenece (de mayor a menor) a la gobernación Tunis y a la delegación Le Bardo.

La localidad de Le Bardo tiene 22.240 habitantes (censo 2004).
El nombre francés de la localidad es Le Bardo.

Visitas destacadas

Residencia de las dinastías reales

El actual barrio tunecino de El Bardo constituyó en tiempo de los sultanes hafsidas (siglo XIII-XVI) su lugar de residencia campestre. Situado a cuatro kilómetros de la capital, en la actualidad está conectado a ella mediante una larga avenida que, a la altura de Bab Bou Saadoun, corta uno de los brazos del acueducto de Cartago, datado en el siglo XIII y restaurado posteriormente en el XVII. Después de una época de abandono que coincide con la posterior a la conquista otomana, el palacio de El Bardo fue ocupado tras su nueva reconstrucción por los Beys (gobernantes) Mouraditas, pero el verdadero esplendor del mismo fue bajo el fundador de la dinastía husseinita  Husayn Bey Ibn Ali, que en el siglo XVIII instaló aquí su corte. Alrededor del lugar, defendido por una muralla, se encontraban las dependencias de los dignatarios, una mezquita, los baños, un souk, una prisión, un cuartel, una escuela… Ya en el siglo XIX la ciudad volvió a protagonizar un importante momento histórico cuando se firmó en el cercano Palacio Ksar Saïd el Tratado del Bardo entre representantes de la República francesa y el bey tunecino Muhammed como-Sadiq que colocó a Túnez bajo protectorado francés en 1881.

Museo Nacional del Bardo

Es la joya de la corona de la localidad que le da nombre, así como uno de los mayores tesoros patrimoniales de Túnez. La fortaleza militar de El Bardo, centro del poder Husseini desde 1705, fue testigo de la construcción de edificios suntuosos dentro de sus muros. Alí Pacha, el segundo soberano de la dinastía entre 1735 y 1756, ordenó levantar un palacio que en origen contaba con una escalera monumental a la entrada, custodiada por esculturas de leones. Entre los años 1824 y 1835 Hussein Bey construyó el palacete tunecino en estilo morisco andaluz y posteriormente, entre 859 y 1864, Mhammed Bey instaló aquí el harén llamado "Qasr Al-Badii" con una estética italiana. Desde 1885 a 1888, el protectorado francés que se estableció en 1881 emprendió importantes obras en todos los palacios de Bardo y transformó los interiores en salas destinadas a reunir colecciones arqueológicas, históricas y etnológicas de toda la nación. La creación del Museo Alaoui en Mhammed Bey fue el resultado de una política de conservación de los bienes culturales. Abrió sus puertas el 07 de mayo de 1888. Fue además el primer museo del país africano y hoy en día uno de los más grandes y valiosos de la cuenca del Mediterráneo.

Las colecciones que alberga: un paseo por la historia del país

El actual Museo Nacional de Bardo fue reformado en noviembre de 1985 y está destinado a la investigación, conservación y difusión de las colecciones arqueológicas, básicamente prehistóricas, y las colecciones de arte tradicional popular.  A través de todo este legado se reconstruye una gran parte de la historia de Túnez (desde la Prehistoria hasta la época contemporánea). Una de las piezas emblemáticas es una nave romana hundida frente a la costa de la ciudad de Mahdia, cargada con esculturas de mármol y muebles de bronce. Este hallazgo fue resultado de las excavaciones submarinas realizadas durante la primera parte del siglo XX, con la participación del Comandante Cousteau. Gracias a las excavaciones arqueológicas en Cartago, Útica, Hadrumetum o Dougga, el museo ofrece una de las mejores y más grandes colecciones de mosaicos romanos, incluyendo el que representa al poeta Virgilio. También alberga obras griegas y piezas de cerámica del norte de África y Asia Menor, colecciones de arte cristiano y arte islámico. Mención aparte merece la mítica tumba de Tin-Hinan, reina de los Tuaregs del Ahaggar, cuya reconstrucción ocupa una sala monográfica permanente inaugurada en 2005. Se exhibe con el imponente ajuar que se encontró en la sepultura.
http://www.bardomuseum.tn

Formidable muestra de mosaicos

Recopilados de los principales yacimientos romanos de las distintas ciudades tunecinas, los mosaicos del museo Bardo, en magnífico estado de conservación, son una muestra del legado histórico dejado por la cultura romana durante el periodo en que Túnez fue una de sus provincias más importantes.  Los mosaicos se usaban como pavimentos, otros componían increíbles murales que recubrían techos, mobiliario y féretros. Procedente de las Termas de Trajano y de varias casas de la ciudad romana de Acholla, cerca de la actual Ras Boutria, hay una colección de mosaicos entre la que destaca el del Thyasos marino y el de Océanos, fechados en el siglo II, así como el pavimento que representa los Trabajos de Hércules, de esta misma fecha. Bir Chana (Zaghouan) ha proporcionado el mosaico del Zodiaco, de fines del siglo II, decorado con los bustos de las deidades de los planetas, sus animales emblemáticos y los siglos zodiacales. En esta sala se encuentra también el que quizás es el más conocido y famoso del museo: el del escritor Virgilio escribiendo la Eneida acompañado de doss musas -de la poesía épica, Clio, y de la tragedia, Melpómene-. Data del siglo III y estaba situado en el pavimento de una casa roma de Sousse.

La Medina de Túnez

A dos pasos de El Bardo se encuentra la capital homónima de Túnez y otro de los lugares declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el país africano: su bellísima medina. Es el centro histórico cercado por murallas que se comunican con el exterior a través de puertas. Dentro de la medina hay palacios, cementerios, escuelas, panteones, baños, medersas, jardines… Un universo lleno de sensaciones, de olores, colores y sonidos que transportan a otro tiempo. Luminosa, blanca y azul, recorrerla es un placer para los cinco sentidos. Las calles laberínticas conducen a la Gran Mezquita y más adelante a la Kasbah, un edificio con infinidad de arcos en blanco y negro. La arquitectura sencilla resalta cúpulas imponentes, patios con fuentes y árboles aromáticos, edificios revestidos de azulejos, arcos pintados de turquesa… Y, por supuesto, cafés y teterías donde se recomienda hacer una parada para disfrutar de un ritual que está cargado de simbolismo. A todo ello se une el atractivo de las tiendas del zoco en las que se pueden encontrar desde alimentos a especias, marroquinería, perfumes, alfombras, etc. Un espectáculo lleno de vida que, además, es gratis.

Mezquita Zitouna

La más importante mezquita de Túnez capital está en el corazón de la medina. Ez-Zitouna fue fundada en el año 698 y es no solo el santuario tunecino más grande, sino también el más concurrido. El edificio representa una fascinante amalgama de construcciones de diferentes épocas, desde columnas y capiteles procedentes de la antigua Cartago a un minarete otomano pasando por cúpulas ziries, como la “cúpula de bahou”. También la biblioteca, que data del año 1450, es muy interesante. Los no musulmanes sólo tienen acceso al patio central, desde donde se adivina al fondo la sala hipóstila.

Teatro Nacional de Túnez

Se halla en la ciudad moderna, frente a la catedral católica, en la avenida Habib Bourguiba. Es uno de los edificios más bonitos de la localidad, declarado Monumento Histórico, y también uno de los pocos ejemplos que la herencia francesa ha dejado del estilo art nouveau. Construido a principios de siglo por J.E. Ferdinand Resplandy, destacan los bajorrelieves de la fachada en escayola blanca, decorada con motivos vegetales y con figuras humanas clásicas. Además, es uno de los centros culturales más dinámicos de Túnez, con una programación que incluye teatro, conciertos, ópera, conferencias…

Cartago, una gran metrópoli cartaginesa y romana

Fundada por los comerciantes fenicios de Tiro, a su alrededor se erigió el Imperio Cartaginés, la más importante potencia marítima del Mediterráneo occidental. Con su derrota en las Guerras Púnicas se convirtió en provincia romana. De esa época son la mayoría de restos arqueológicos, que dan fe de lo que supuso el enclave más pujante de esta parte del Imperio. Las ruinas que hoy podemos ver son el acueducto, el circo romano, el anfiteatro, la acrópolis, las villas romanas y las termas de Antonino. También quedan vestigios del trazado urbano propio de las ciudades romanas, con sus calzadas, llamadas "viae vicinalis”. En el museo situado en el mismo recinto arqueológico se puede conocer la historia de esta ciudad, así como una importante colección de piezas recogidas en la zona. 

La Catedral de San Luis

También en Cartago, en la cima de la colina de Byrsa, se encuentra una catedral que hoy es más conocida como el Acropolium. La catedral fue construida mucho después de la capilla original, cuando las autoridades decidieron levantar un monumento religioso en honor al rey Luis IX, uno de los personajes más ilustres que haya tenido Túnez. El trazado es el típico de la arquitectura francesa del siglo XIX, con planta de cruz latina. Tiene vidrieras con detalles arabescos y en el interior una gran campana de 6 toneladas. En la actualidad en la catedral no pueden celebrarse misas ni ceremonias católicas y está destinada a la celebración de conciertos nacionales e internacionales.

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Cifras

Código del país :
TN
Código postal :
2000
Latitud :
36.83017
Longitud :
10.13736
Huso horario :
Africa/Tunis
Universal Time :
UTC+1
Horario de verano :
Y

Ciudades próximas

  • Cité Alten ~0 km
  • Cité du Stade ~0 km
  • Le Bardo ~0 km
  • El Omrane ~1 km
  • Rommana ~1 km
  • Bouchoucha ~3 km
  • Bab El Akoues ~2 km
  • Bab El Assel ~2 km
  • Bab Sidi Abdessalem ~2 km
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¿Cómo llegar?

En avión: El Aeropuerto internacional Túnez-Cartago es el más importante y se encuentra a unos 14 km de El Bardo. La mayoría de los vuelos iprovienen de Europa, Oriente Medio y el Norte de África. Desde el aeropuerto hasta El Bardo se puede llegar en autobús o en coche.

En autobús: Hay servicios regulares que enlazan Túnez capital con El Bardo. El nº 4 es uno de ellos. El trayecto es de unos 5 kilómetros. La estación principal en Túnez se encuentra en la Avenida Cartago, 74. Horarios y precios  en el teléfono: 71 905 433.  

En coche: Desde el aeropuerto de Túnez-Cartago por la moderna R-21-N7 y P7.

En barco: Se puede viajar en ferries procedentes de Francia (Marsella), Italia (Palermo, Génova, Salerno todo el año, y desde Trapani, La Spezia y Nápoles sólo de junio a septiembre) y España (Comunidad Valenciana). Todos llegan a La Goulette, el puerto marítimo de Túnez.

El transporte en Le Bardo

Aeropuerto internacional
Carthage ~8 km
Otro medio de transporte
Sidi Ahmed Air Base ~56 km

Localidad de Le Bardo (Tunis)

tunez

Presentación

El Bardo es una ciudad de Túnez conocida internacionalmente por el excepcional museo del mismo nombre. No se puede visitar este país del Magreb sin acercarse a la localidad y disfrutar de una de las mayores joyas culturales e históricas, incluida en todos los circuitos turísticos no solo por su importancia, sino también por su proximidad a la capital de Túnez. El Bardo, Bārdaw, Bardaw o Bardois en sus distintas variantes idiomáticas está al oeste de la misma, a poco más de 4 kilómetros, por lo que muchos tunecinos viven en esta población de unos 22.240 habitantes censados en 2004 y van a trabajar diariamente a  la capital. Pudiera parecer por ello una ciudad-dormitorio de reciente creación, pero no es así. Ya en el siglo XVIII Bardo fue una residencia de la corte real y posteriormente se convirtió en un centro administrativo de importancia. Hoy es una ciudad indisolublemente unida a su brillante pasado.

La localidad de Le Bardo pertenece (de mayor a menor) a la gobernación Tunis y a la delegación Le Bardo.

La localidad de Le Bardo tiene 22.240 habitantes (censo 2004).
El nombre francés de la localidad es Le Bardo.

Visitas destacadas

Residencia de las dinastías reales

El actual barrio tunecino de El Bardo constituyó en tiempo de los sultanes hafsidas (siglo XIII-XVI) su lugar de residencia campestre. Situado a cuatro kilómetros de la capital, en la actualidad está conectado a ella mediante una larga avenida que, a la altura de Bab Bou Saadoun, corta uno de los brazos del acueducto de Cartago, datado en el siglo XIII y restaurado posteriormente en el XVII. Después de una época de abandono que coincide con la posterior a la conquista otomana, el palacio de El Bardo fue ocupado tras su nueva reconstrucción por los Beys (gobernantes) Mouraditas, pero el verdadero esplendor del mismo fue bajo el fundador de la dinastía husseinita  Husayn Bey Ibn Ali, que en el siglo XVIII instaló aquí su corte. Alrededor del lugar, defendido por una muralla, se encontraban las dependencias de los dignatarios, una mezquita, los baños, un souk, una prisión, un cuartel, una escuela… Ya en el siglo XIX la ciudad volvió a protagonizar un importante momento histórico cuando se firmó en el cercano Palacio Ksar Saïd el Tratado del Bardo entre representantes de la República francesa y el bey tunecino Muhammed como-Sadiq que colocó a Túnez bajo protectorado francés en 1881.

Museo Nacional del Bardo

Es la joya de la corona de la localidad que le da nombre, así como uno de los mayores tesoros patrimoniales de Túnez. La fortaleza militar de El Bardo, centro del poder Husseini desde 1705, fue testigo de la construcción de edificios suntuosos dentro de sus muros. Alí Pacha, el segundo soberano de la dinastía entre 1735 y 1756, ordenó levantar un palacio que en origen contaba con una escalera monumental a la entrada, custodiada por esculturas de leones. Entre los años 1824 y 1835 Hussein Bey construyó el palacete tunecino en estilo morisco andaluz y posteriormente, entre 859 y 1864, Mhammed Bey instaló aquí el harén llamado "Qasr Al-Badii" con una estética italiana. Desde 1885 a 1888, el protectorado francés que se estableció en 1881 emprendió importantes obras en todos los palacios de Bardo y transformó los interiores en salas destinadas a reunir colecciones arqueológicas, históricas y etnológicas de toda la nación. La creación del Museo Alaoui en Mhammed Bey fue el resultado de una política de conservación de los bienes culturales. Abrió sus puertas el 07 de mayo de 1888. Fue además el primer museo del país africano y hoy en día uno de los más grandes y valiosos de la cuenca del Mediterráneo.

Las colecciones que alberga: un paseo por la historia del país

El actual Museo Nacional de Bardo fue reformado en noviembre de 1985 y está destinado a la investigación, conservación y difusión de las colecciones arqueológicas, básicamente prehistóricas, y las colecciones de arte tradicional popular.  A través de todo este legado se reconstruye una gran parte de la historia de Túnez (desde la Prehistoria hasta la época contemporánea). Una de las piezas emblemáticas es una nave romana hundida frente a la costa de la ciudad de Mahdia, cargada con esculturas de mármol y muebles de bronce. Este hallazgo fue resultado de las excavaciones submarinas realizadas durante la primera parte del siglo XX, con la participación del Comandante Cousteau. Gracias a las excavaciones arqueológicas en Cartago, Útica, Hadrumetum o Dougga, el museo ofrece una de las mejores y más grandes colecciones de mosaicos romanos, incluyendo el que representa al poeta Virgilio. También alberga obras griegas y piezas de cerámica del norte de África y Asia Menor, colecciones de arte cristiano y arte islámico. Mención aparte merece la mítica tumba de Tin-Hinan, reina de los Tuaregs del Ahaggar, cuya reconstrucción ocupa una sala monográfica permanente inaugurada en 2005. Se exhibe con el imponente ajuar que se encontró en la sepultura.
http://www.bardomuseum.tn

Formidable muestra de mosaicos

Recopilados de los principales yacimientos romanos de las distintas ciudades tunecinas, los mosaicos del museo Bardo, en magnífico estado de conservación, son una muestra del legado histórico dejado por la cultura romana durante el periodo en que Túnez fue una de sus provincias más importantes.  Los mosaicos se usaban como pavimentos, otros componían increíbles murales que recubrían techos, mobiliario y féretros. Procedente de las Termas de Trajano y de varias casas de la ciudad romana de Acholla, cerca de la actual Ras Boutria, hay una colección de mosaicos entre la que destaca el del Thyasos marino y el de Océanos, fechados en el siglo II, así como el pavimento que representa los Trabajos de Hércules, de esta misma fecha. Bir Chana (Zaghouan) ha proporcionado el mosaico del Zodiaco, de fines del siglo II, decorado con los bustos de las deidades de los planetas, sus animales emblemáticos y los siglos zodiacales. En esta sala se encuentra también el que quizás es el más conocido y famoso del museo: el del escritor Virgilio escribiendo la Eneida acompañado de doss musas -de la poesía épica, Clio, y de la tragedia, Melpómene-. Data del siglo III y estaba situado en el pavimento de una casa roma de Sousse.

La Medina de Túnez

A dos pasos de El Bardo se encuentra la capital homónima de Túnez y otro de los lugares declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el país africano: su bellísima medina. Es el centro histórico cercado por murallas que se comunican con el exterior a través de puertas. Dentro de la medina hay palacios, cementerios, escuelas, panteones, baños, medersas, jardines… Un universo lleno de sensaciones, de olores, colores y sonidos que transportan a otro tiempo. Luminosa, blanca y azul, recorrerla es un placer para los cinco sentidos. Las calles laberínticas conducen a la Gran Mezquita y más adelante a la Kasbah, un edificio con infinidad de arcos en blanco y negro. La arquitectura sencilla resalta cúpulas imponentes, patios con fuentes y árboles aromáticos, edificios revestidos de azulejos, arcos pintados de turquesa… Y, por supuesto, cafés y teterías donde se recomienda hacer una parada para disfrutar de un ritual que está cargado de simbolismo. A todo ello se une el atractivo de las tiendas del zoco en las que se pueden encontrar desde alimentos a especias, marroquinería, perfumes, alfombras, etc. Un espectáculo lleno de vida que, además, es gratis.

Mezquita Zitouna

La más importante mezquita de Túnez capital está en el corazón de la medina. Ez-Zitouna fue fundada en el año 698 y es no solo el santuario tunecino más grande, sino también el más concurrido. El edificio representa una fascinante amalgama de construcciones de diferentes épocas, desde columnas y capiteles procedentes de la antigua Cartago a un minarete otomano pasando por cúpulas ziries, como la “cúpula de bahou”. También la biblioteca, que data del año 1450, es muy interesante. Los no musulmanes sólo tienen acceso al patio central, desde donde se adivina al fondo la sala hipóstila.

Teatro Nacional de Túnez

Se halla en la ciudad moderna, frente a la catedral católica, en la avenida Habib Bourguiba. Es uno de los edificios más bonitos de la localidad, declarado Monumento Histórico, y también uno de los pocos ejemplos que la herencia francesa ha dejado del estilo art nouveau. Construido a principios de siglo por J.E. Ferdinand Resplandy, destacan los bajorrelieves de la fachada en escayola blanca, decorada con motivos vegetales y con figuras humanas clásicas. Además, es uno de los centros culturales más dinámicos de Túnez, con una programación que incluye teatro, conciertos, ópera, conferencias…

Cartago, una gran metrópoli cartaginesa y romana

Fundada por los comerciantes fenicios de Tiro, a su alrededor se erigió el Imperio Cartaginés, la más importante potencia marítima del Mediterráneo occidental. Con su derrota en las Guerras Púnicas se convirtió en provincia romana. De esa época son la mayoría de restos arqueológicos, que dan fe de lo que supuso el enclave más pujante de esta parte del Imperio. Las ruinas que hoy podemos ver son el acueducto, el circo romano, el anfiteatro, la acrópolis, las villas romanas y las termas de Antonino. También quedan vestigios del trazado urbano propio de las ciudades romanas, con sus calzadas, llamadas "viae vicinalis”. En el museo situado en el mismo recinto arqueológico se puede conocer la historia de esta ciudad, así como una importante colección de piezas recogidas en la zona. 

La Catedral de San Luis

También en Cartago, en la cima de la colina de Byrsa, se encuentra una catedral que hoy es más conocida como el Acropolium. La catedral fue construida mucho después de la capilla original, cuando las autoridades decidieron levantar un monumento religioso en honor al rey Luis IX, uno de los personajes más ilustres que haya tenido Túnez. El trazado es el típico de la arquitectura francesa del siglo XIX, con planta de cruz latina. Tiene vidrieras con detalles arabescos y en el interior una gran campana de 6 toneladas. En la actualidad en la catedral no pueden celebrarse misas ni ceremonias católicas y está destinada a la celebración de conciertos nacionales e internacionales.

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Cifras

Código del país :
TN
Código postal :
2000
Latitud :
36.83017
Longitud :
10.13736
Huso horario :
Africa/Tunis
Universal Time :
UTC+1
Horario de verano :
Y

Ciudades próximas

  • Cité Alten ~0 km
  • Cité du Stade ~0 km
  • Le Bardo ~0 km
  • El Omrane ~1 km
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  • Bouchoucha ~3 km
  • Bab El Akoues ~2 km
  • Bab El Assel ~2 km
  • Bab Sidi Abdessalem ~2 km
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¿Cómo llegar?

En avión: El Aeropuerto internacional Túnez-Cartago es el más importante y se encuentra a unos 14 km de El Bardo. La mayoría de los vuelos iprovienen de Europa, Oriente Medio y el Norte de África. Desde el aeropuerto hasta El Bardo se puede llegar en autobús o en coche.

En autobús: Hay servicios regulares que enlazan Túnez capital con El Bardo. El nº 4 es uno de ellos. El trayecto es de unos 5 kilómetros. La estación principal en Túnez se encuentra en la Avenida Cartago, 74. Horarios y precios  en el teléfono: 71 905 433.  

En coche: Desde el aeropuerto de Túnez-Cartago por la moderna R-21-N7 y P7.

En barco: Se puede viajar en ferries procedentes de Francia (Marsella), Italia (Palermo, Génova, Salerno todo el año, y desde Trapani, La Spezia y Nápoles sólo de junio a septiembre) y España (Comunidad Valenciana). Todos llegan a La Goulette, el puerto marítimo de Túnez.

El transporte en Le Bardo

Aeropuerto internacional
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Otro medio de transporte
Sidi Ahmed Air Base ~56 km